Antes de empezar les diré como llegué a saber de esta novela. En el 2009 compré la colección completa de las novelas de James Bond, por Ian Fleming. En el archivo podrán encontrar la reseña de Casino royale, y proximamente sus aventuras sucesoras. Lo interesante es que al final de cada uno de estos libros hay una lista de recomendaciones de otras novelas de espionaje acompañadas en ocasiones de breves reseñas. Había una en especial que todos los libros si no la mayoría compartían: El espía que surgió del frío, de John Le Carré (pseudónimo de David John Moore Cornwell), novelista británico.
Después de una investigación de esta obra me decidí a obtenerla mediante un trueque en la feria del libro Nezahualcoyotl (Me despedí para siempre de La mano del muerto, de Alejandro Dumas; libro muy poco recomendable en general). Tras una árdua y adictiva leída en tres días se ha vuelto uno de mis libros favoritos por los temas que aborda, especialmente aquel dedicado a la hipocresía de la inteligencia internacional al enaltecer en los medios a los espías como heroes nacionales mientras que realmente son carroña amoral, sin escrúpulo alguno al momento de cumplir sus siniestros objetivos.
Tenemos a Alec Leamas, espía británico relegado a la monotonía de un trabajo como bibliotecario trás una serie de fallidos intentos por eliminar a Hans-Dieter Mundt, asesino a cargo de la Abteilung alemana. Pronto Leamas tiene un breve romance con Liz Gold, compañera de trabajo en la biblioteca y después de abandonarla y caer en prisión por un altercado, este es seguido por hombres misteriosos y al mismo tiempo por los miembros de la MI6 que lo utilizan como cebo en un último intento para destruir a Mundt. Pronto una serie de circunstancias y situaciones se van entrelazando y las verdaderas intenciones son descubiertas y nos lleva a una poco sorprendente conclusión: No existen los héroes ni los villanos en el mundo del espionaje, al final todos son iguales.
Esta novela causó revuelo en su época cuando la imagen del agente secreto era atribuida al galante mujeriego maestro de las armas y siempre defensor de los débiles como James Bond, y aquí nos muestra la verdadera cara de la moneda.
Calificación: * * * * * * * * * 1/2
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